TEMA LOS TRANSGENICOS
ACTIVIDAD DE CIENCIA CONTEMPORANEA SEMANA DEL 22 AL 25 DE SEPTIEMBRE. Mtra. Mónica Cruz
·
SE
ORGANIZARA AL GRUPO POR EQUIPOS DE TRES PERSONAS Y SE LES ENTEGARA A CADA EQUIPO UNA LECTURA QQUE VIENE YA CON
EL No DE EQUIPO.
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CADA
EQUIPO YA CONFORMADO , DEBERA LEER LA
INFORMACIÓN Y REALIZAR LAS SIGUIENTES ACTIVIDADES QUE
DEBERAN ENTREGAR A MAS TARDAR EL JUEVES.
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LOS
CARTELES DEBERAN ESTAR A CORDE AL TEMA QUE LES TOCO Y DEBRAN ELABORARSE EN PELLON, PARA QUE
PUEDAN GUARDARSE SIN MALTRATAR.
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1.
Elaborar en su cuadernos una estrategia de aprendizaje sobre el tema de los alimentos
transgénicos o alimentos genéticamente
modificados y sacarle copias para que todo el grupo tenga la información de los
demás.
2.
Un cartel sobre “Los Transgénicos
y sus consecuencias”
3.
Elaborar un tríptico sobre su información
concientizando a la población sobre las consecuencias de los
transgénicos.
4.
Contestar el siguiente cuestionario.
¿Qué es un transgénico?
¿Usted ha comido alimentos transgénicos?
¿Sabes en que
alimentos se encuentran los transgénicos?
¿Sabes que hacer para evitar consumirlos?
¿Sabes que efectos a la salud puede provocar
su consumo?
¿Qué empresas utilizan transgénicos?
Consulta la guis roja y verde de alimentos
transgénicos de Green peace y menciona los
alimentos de cada sección que se consumen en tu familia?
EQUIPO 1
Agricultura sustentable y transgénicos
El maíz, el arroz
y el trigo, los granos fundamentales para alimentar al mundo, están en peligro
de ser contaminados genéticamente debido a la liberación al ambiente de
variedades transgénicas de dichos granos, desarrolladas y patentadas por
empresas transnacionales. Greenpeace se opone al uso de transgénicos en la
agricultura y trabaja activamente para evitarlo y promover una agricultura
sustentable.
En México, Greenpeace ha trabajado desde 1999 en contra de la siembra maíz
transgénico, dado que nuestro país es centro de origen y diversidad de dicho
grano, es decir, gran parte del maíz que se consume en todo el mundo
depende de las 59 razas y los cientos de variedades mexicanas de dicho grano.
¡Es muy importante proteger la cuna del maíz!
En contra del sentido común, de la ley, de la responsabilidad que tenemos de
cuidar nuestro patrimonio natural y a pesar de que organizaciones,
consumidores, científicos y campesinos nos oponemos a la liberación de maíz
transgénico en nuestro país, el gobierno autorizó la siembra experimental de
maíz transgénico en territorio nacional a finales de 2009, con el fin de
favorecer a las empresas (Monsanto, Pioneer, Dow, entre otras) que están
desarrollando variedades transgénicas de ese grano.
La siembra de maíz transgénico en México puede afectar las variedades de esta
planta y contaminar los cultivos vecinos, además de que traerá graves problemas
a los campesinos, quienes hoy por hoy son dueños de su semilla y perderán ese
derecho, podrán enfrentar demandas de las corporaciones y, lo peor, dependerán
de un paquete tecnológico caro y deficiente.
En otras partes del mundo, Greenpeace está también trabajando para evitar la
liberación al ambiente de trigo y arroz transgénicos y para garantizar el
derecho de la ciudadanía a contar con alimentos seguros y el derecho de los
productores a ser propietarios de sus semillas y a vivir dignamente de su
trabajo.
EQUIPO 2
Buscamos a
120 mil mexicanos que quieran defender nuestro maíz
Noticia - 16 julio, 2013
México, DF.- ¿Te
interesa que nuestro maíz se conserve libre de transgénicos? Participa, firma y
respalda la iniciativa ciudadana Maíz libre presentada hoy por diversas
organizaciones en demanda de un marco legal que establezca un régimen de
protección especial del maíz y la moratoria a las siembras de este grano
transgénico en México.
Desde agosto de 2012, los ciudadanos podemos presentar
iniciativas de ley o sus modificaciones ante el Congreso –facultad antes
limitada al Presidente o a las cámaras de Senadores y Diputados- pero se
requiere el aval de al menos 106,303 personas, equivalente al 0.13 por ciento
del listado nominal de electores.
En ese sentido la Central Independiente de Organizaciones
Agrícolas y Campesinas (CIOAC), la Coalición de Organizaciones Democráticas
Urbanas y Campesinas (CODUC)), la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas
(UNTA), la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), la Integración
Nacional de Mujeres (INAMUJ), el Centro de Estrategias Globales Aplicadas
(CEGA), El Barzón y Greenpeace, hacen un llamado a la ciudadanía a participar
en la recolección de firmas para poder ejercer este derecho y exigir un maíz
libre de transgénicos.
Necesitamos
proteger el grano base de nuestra alimentación frente a la posible inclusión de
los transgénicos, y si las autoridades del país no lo hacen, los ciudadanos
seremos proactivos en la propuesta de medidas eficaces contra la siembra de
organismos genéticamente modificados como es el caso de esta iniciativa Maíz
Libre.
Vamos
por 120 mil firmas físicas, no electrónicas, escritas de puño y letra
acompañadas del número de la credencial de elector de las personas para
respaldar la petición. Las hojas de firmas están a disposición de todos en el
sitio www.maizlibre.org desde donde pueden descargar e imprimir las hojas donde deberán
firmar e invitar a otros a que lo hagan.
La
iniciativa ciudadana Maíz
libre exige diversas modificaciones y la integración de un nuevo
artículo -85Bis - en la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente
Modificados vigente.
Maíz
libre y las modificaciones a la ley que propone, tienen un estricto
sustento científico y su eje es impulsar la conservación del germoplasma de
maíz nativo y la biodiversidad agrícola en todo el país y será presentada por
las organizaciones ante el Senado de la República para que sea discutida en el
periodo ordinario de sesiones de septiembre próximo.
Entre
los puntos de la iniciativa está el fomentar el cultivo de maíz con uso de
semillas nativas, la conformación de bancos de semillas comunitarias y promover
prácticas ambientalmente sustentables para la conservación de la biodiversidad
agrícola, entre otros.
EQUIPO
No. 3
Cómo consumir
alimentos sanos
La forma más segura para evitar
el consumo de transgénicos es ir directamente al mercado y comprar alimentos
frescos, naturales, preferentemente de temporada. Si estos productos son
directamente del productor, ¡mucho mejor!
Y aquí te damos varios tips adicionales para leer etiquetas
Los ingredientes están
enlistados en orden según la cantidad, es decir, el que aparece primero es el
de más peso y así sucesivamente. Esto es muy importante porque muestra
realmente lo que estamos comprando.
Prefiere los alimentos con menor cantidad de ingredientes. La mayoría de los
ingredientes que se le agregan a los alimentos industrializados son aditivos,
colorantes y conservadores que no aportan nada a la alimentación humana, pero
que son ampliamente utilizados por la industria para lograr que los productos
se mantengan suaves, esponjados, con olor, color y sabor que los haga parecer como
“recién hechos”, aunque tengan varios días, semanas o hasta meses en los
anaqueles.
Que no te venda cuentos la publicidad. La mayoría de las grandes industrias
fabricantes de alimentos ofrecen productos que califican de “naturales, light,
diet o integrales” pero no hay nadie que vigile qué significa esto y cómo se
hace.
Revisa la fecha de caducidad de los productos y evita comprar productos que no
te den esta información. No todo lo que está en anaqueles es óptimo. Revisa
sobre todo la caducidad de los alimentos en oferta, pues muchas veces están
cerca de su fecha de vencimiento.
Prefiere alimentos frescos, pues no emplean aditivos ni conservadores. Tu
cuerpo no necesita esos químicos.
A muchas personas les gustan más los alimentos industrializados que los
preparados en casa. Lo que no saben es que esos alimentos contienen el aditivo
Glutamato monosódico -que también puede aparecer con los nombres de
Hidrógeno-L-Glutamato de Sodio, Aji-No-Moto, GMS o MSG- que es un potenciador
de sabor el cual puede causar dolor de cabeza, náuseas, mareos, jaquecas y
debilidad en extremidades superiores.
EQUIPO
NO. 4
Leche
Transgénica en México
23 JUNIO 2008
Gran parte de la producción industrial de leche en Estados
Unidos, México y otros países latinoamericanos utiliza unahormona transgénica de crecimiento bovino llamada rBGH, propiedad deMonsanto -que la denomina Somato-Tropina
Bovina o BST (por sus siglas en inglés). Es una hormona que se le inyecta a
las vacas y las hace producir hasta el doble de leche.
En Enero de 1994, el
Gobierno de los Estados Unidos emitió un informe sobre el medicamento más
investigado en la historia del país — la somatotropina bovina (BST). Este
informe afirmaba que la BST era segura para el consumo humano:
No hay
evidencia de que la BST constituya una amenaza para la salud humana.
Modificando genéticamente una hormona natural de vaca, Monsanto
creó un monstruo potencial. Persiguiendo incrementar la producción de leche (y
reducir los costes para los ganaderos), la investigación de Monsanto reveló un
componente de la leche que puede ser más
peligroso que el amianto o los rayos ultra-violeta o incluso el tabaco: la hormona, IGF, que ha aumentado un mínimo de ocho veces en nuestra leche,
realmente regula el proceso de proliferación de todos los cánceres.
. El artículo de Science de Juskevich y Guyer
afirma:
El
tratamiento con BST produce un aumento en la concentración de IGF-I (factor de
crecimiento semejante a insulina-I) en la leche de vaca.
¿Habían
salido a comer todos cuando se dijo esto? . ¿Sin efectos orales? Además, la media de los machos pierden
más de un 5% de tejido de corazón, riñón e hígado comparados con el grupo de
control. ¡Esto son efectos biológicos!
El tratamiento con BST
produce un aumento en la concentración de IGF-I (factor de crecimiento
semejante a insulina-I) en la leche de vaca.
La BST, presente en México
En México, existen dos
marcas de leche orgánica que declaran estar libres de hormonas STB,pero esta hormona se usa en 24 cuencas
lecheras de ese país y las marcas que se
abastecen allí no declaran su contenido en sus productos. Tampoco lo hacen en los otros países latinoamericanos, donde
la población ignora totalmente que la leche que consume diariamente
posiblemente contiene esta hormona.
Cáncer
Los científicos
descubrieron que los IGFs juegan un papel decisivo en el crecimiento de las
células cancerosas de páncreas, de tumores cerebrales, colorectales, tiroideos,
linfáticos, renales y óseos. De hecho, los doctores han observado que las
células cancerosas humanas dependen de las señales a través del receptor de IGF
para su supervivencia y crecimiento continuado.
Cáncer de Mama
Imaginemos el crecimiento
de una célula cancerosa. La primera célula en invadir un pecho. Siempre debe
existir una primera. La célula contiene un código en su ADN para reproducirse.
Puede pasar una semana, o seis meses, antes de que se divida en dos células, y
luego en cuatro y luego ocho. Cada vez que la célula se divide hay un periodo
de tiempo hasta la nueva división. Ese periodo de tiempo generalmente es el
mismo para cada duplicación. Supongamos ahora que el tiempo de duplicación sea
de 3 meses. Una mujer necesitará entre 500 y 1000 millones de células para
detectar un bulto en su pecho. Para
nuestro propósito eso significaría 29-30 duplicaciones. Si cada proceso de
duplicación equivale a tres meses, el cáncer será detectado aproximadamente 90
meses después de la aparición de la primera célula. No se puede observar este
proceso en un laboratorio y probablemente nunca se hará. Sin embargo, de los
datos anteriores, podemos interpolar y “estimar aproximadamente” tanto el
proceso como los efectos del IGF combinado con estrógenos.
L@s consumidores mexican@s
exigimos, merecemos saber cómo se elabora la leche que compramos y què procesos
intervienen. No consumas leche Alpura ni Lala, porque no queremos transgénicos
en nuestra alimentación.
EQUIPO No 5
Mentiras y verdades sobre el maíz transgénico
En
esta sección rebatimos una por una las mentiras que las corporaciones
agrobiotecnológicas esparcen por todo el mundo para justificar la siembra y
consumo de maíces transgénicos... ¡No te dejes engañar!
Mito: Es seguro para
el medio ambiente.
Realidad: Gran parte del
maíz transgénico es del tipo Bt que fue manipulado para producir un insecticida
que ataca al gusano barrenador europeo, pero también perjudica a otros insectos
que ayudan a controlar plagas, entre ellos la mariposa monarca. Esta toxina se
acumula en los suelos de cultivo y por lo mismo podría afectar su fertilidad a
largo plazo.
Mito: Es seguro para
la alimentación humana.
Realidad: La industria
biotecnológica se ha negado a hacer pública la información vital que demuestra
los problemas para la salud humana por el consumo de alimentos transgénicos.
Científicos han revelado que Monsanto omitió reportar efectos negativos serios,
como los signos de toxicidad en los órganos internos de las ratas.
Mito: Se necesita para
combatir al cambio climático.
Realidad: Estudios independientes confirman que
el etanol de maíz es no sustentable como método de bioenergía. El uso de maíz
para este uso eleva los precios de los alimentos y amenaza la seguridad
alimentaria. La reducción de CO2 es mínima debido a la energía que se usa para
fabricarlo.
Mito: Brinda
beneficios económicos
Realidad:Por el
contrario,compañías como Monsanto ofrecen préstamos a campesinos pobres para
que compren sus caras semillas transgénicas. Al final los campesinos terminan
con deudas y se ven forzados a adquirir más préstamos. Ya sea por comprar
semillas o por contaminación "accidental" cientos de productores
estadounidenses se han visto forzados a pagar millones de dólares. Y dado que
las semillas transgénica no tienen los altos rendimientos que prometían, lo
único que hacen es enganchar a los productores a paquetes tecnológicos más
caros y dañinos para la biodiversidad.
Mito: Ayudará a
reducir el hambre
Realidad: El hambre es un
problema de distribución y de falta de recursos. Son demasiadas las personas
que no pueden tener acceso a los alimentos básicos, no porque haya escasez de
éstos, sino porque no tienen suficientes ingresos para ello. Las semillas
transgénicas no están diseñadas para resolver el hambre del mundo sino para
producir ganancias para las corporaciones.
Mito: Es posible la
coexistencia entre cultivos transgénicos y convencionales
Realidad: Los cultivos
transgénicos contaminan los cultivos convencionales, los orgánicos, los
alimentos y la miel. Cuando se cultivan fuera del laboratorio es imposible
parar el curso normal de la naturaleza: de los insectos, de la polinización o
las corrientes de aire. Por ello la contaminación se expande de manera natural
e inevitable. Si el maíz transgénico contamina las plantas nativas de maíz,
estamos en peligro de perder estas plantas madre que son el origen de todas las
variedades de este grano, lo que sería un desastre mayúsculo.
Mito: Es imposible
detener la tecnología transgénica
Realidad: Hasta ahora la
mayoría de los transgénicos se cultivan sólo en cuatro países: Estados Unidos,
Argentina, Canadá y Brasil. Otros países se han opuesto a su cultivo. A más de
una década de sus inicios, la industria biotecnológica no ha logrado imponerse,
debido a todos los riesgos ambientales, económicos y de salud que conlleva y a
que no resuelve ningún problema del campo. En México, a pesar de que en 2009 se
aprobaron las siembras experimentales de maíz transgénico, el rechazo a esta
tecnología entre campesinos, consumidores y científicos independientes es
creciente.
EQUIPO
No. 6
Cultivos
transgénicos ¿Quién pierde?
Reportes - 18 septiembre, 2013
México posee
59 razas y miles de variedades de maíz nativo, que lo colocan, probablemente,
como la nación del mundo con mayor diversidad de este grano. Los 62 grupos
étnicos de nuestro país y sus ancestros son los creadores legítimos de las
variedades del maíz y quienes con su trabajo han conservado la biodiversidad de
este grano.
En marzo del 2009, las
autoridades mexicanas modificaron el reglamento de la Ley de Bioseguridad de
Organismos Genéticamente Modificados para evadir la implementación de un
régimen de protección especial al maíz y el mapeo de sus centros de origen en
el territorio e ignoraron el llamado de los científicos, productores y
consumidores a no autorizar la siembra experimental de maíz transgénico en los
estados de Sinaloa, Chihuahua, Tamaulipas, Coahuila, Baja California Sur,
Sonora, Nayarit y Durango. Esta decisión irresponsable sirvió para apoyar los
intereses de las empresas que detentan la patente de las semillas genéticamente
modificadas que amenazan nuestros campos.
Hoy el maíz de diversas
regiones de nuestro territorio está en riesgo de sufrir contaminación genética,
ya que está demostrada la imposible coexistencia de variedades transgénicas y
nativas por el flujo del polen y el intercambio de semillas, práctica común en
la agricultura mexicana, además de que las medidas de bioseguridad para los
cultivos transgénicos son débiles ya que no contamos con un sistema de
biomonitoreo, inspección y vigilancia para las importaciones.
En este reporte, Greenpeace
presenta los puntos básicos de los transgénicos: qué son, cuáles son las
alternativas y por qué México debe prohibirlos totalmente.
greenpeace
exige:
• Apoyos directos a campesinos y
campesinas para incentivar la producción de maíz mexicano con prácticas agroecológicas.
• Presupuesto para la investigación
pública que busque el desarrollo de
técnicas de agricultura sustentable.
• La determinación de cultivos y
áreas geográficas donde se localizan los centros de origen y de diversidad genética del maíz y de otros
cultivos originarios de México.
• Las normas oficiales mexicanas en
materia de bioseguridad.
• Solución efectiva a los casos de
contaminación que ya se presentan
en diversas partes del país.
• Un real y completo Régimen de Protección Especial de Maíz.
• Prohibición a la siembra de maíces
transgénicos en el país.
EQUIPO 7
Los
Alimentos Transgenicos & Sus Efectos En La Salud
Los alimentos sometidos a ingeniería genética o alimentos
transgénicos son aquellos que fueron producidos a partir de un organismo
modificado genéticamente mediante ingeniería genética. Dicho de otra forma, es
aquel alimento obtenido de un organismo al cual le han incorporado genes de
otro para producir las características deseadas. En la actualidad tienen mayor
presencia alimentos procedentes de plantas transgénicas como el maíz, la cebada
o la soja.
La ingeniería genética o tecnología del ADN recombinante es la ciencia que
manipula secuencias de ADN (que normalmente codifican genes) de forma directa,
posibilitando su extracción de un taxón biológico dado y su inclusión en otro,
así como la modificación o eliminación de estos genes. En esto se diferencia de
la mejora clásica, que es la ciencia que introduce fragmentos de ADN
(conteniendo como en el caso anterior genes) de forma indirecta, mediante
cruces dirigidos.1 La primera estrategia, la de la ingeniería genética, se
circunscribe en la disciplina denominada biotecnología vegetal. Cabe destacar
que la inserción de grupos de genes y otros procesos pueden realizarse mediante
técnicas de biotecnología vegetal que no son consideradas ingeniería genética,
como puede ser la fusión de protoplastos.
Los alimentos transgénicos, aquellos producidos a partir de un
organismo modificado genéticamente, no sólo tienen efectos ambientales,
agrarios y socio económicos, sino también sobre la salud de las personas, según
alerta la organización ecologista Greenpeace en su página web.
"Los riesgos sanitarios a largo plazo de los OMG presentes en nuestra
alimentación o en la de los animales cuyos productos consumimos no se están
evaluando correctamente", afirma Greenpeace. "Hay informes
científicos en los que se muestran evidencias de riesgos a la salud: nuevas
alergias, aparición de nuevos tóxicos y efectos inesperados son algunos de los
riesgos. Estos cultivos se han aprobado basándose en la equivalencia
sustancial, es decir la comparación de un OMG con un equivalente no modificado
genéticamente; si no se detecta una diferencia significativa el OMG se declara
seguro. Este concepto es muy criticado por gran parte de la comunidad
científica".
La ONG explica que la ingeniería genética puede afectar la seguridad de los
alimentos fundamentalmente de dos maneras:
- La alteración o inestabilidad de los genes puede hacer que las plantas
produzcan nuevas toxinas
- Las proteínas que produce el gen extraño puede ocasionar alergias o toxicidad
PRINCIPALES
EFECTOS SOBRE LA SALUD
Hasta el momento se ha constatado los siguientes efectos sobre la salud:
1. Aparición de nuevas alergias por introducción de nuevas proteínas en los
alimentos. En EEUU, en el conocido caso del Maíz Starlink (2000) se encontraron
en la cadena alimentaria trazas de un maíz transgénico no autorizado para
consumo humano que provocó graves problemas de reacciones alérgicas.
2. Aparición de resistencias a antibióticos en bacterias patógenas para el
hombre (en algunos OMG se utilizan genes antibióticos como marcadores). Es
decir, algunos transgénicos pueden transferir a las bacterias la resistencia a
determinados antibióticos que se utilizan para luchar contra enfermedades tanto
humanas como animales (por ejemplo, a la amoxicilina). La Asociación de Médicos
Británica ha recomendado prohibir el uso de estos genes marcadores.
3. Aparición de nuevos tóxicos en los alimentos (debido a los cultivos Bt o a
las proteínas que se utilizan como marcadores en los OMG).
4. Incremento de la contaminación en los alimentos por un mayor uso de
productos químicos en la agricultura
5. Disminución en la capacidad de fertilidad. Según un estudio hecho público
por el gobierno austriaco, la fertilidad de los ratones alimentados con maíz
modificado genéticamente se vio seriamente dañada, con una descendencia menor
que los ratones alimentados con maíz convencional.
EQUIPO 8
Monsanto: Sus agroquímicos y alimentos
transgénicos son una sentencia de muerte para la humanidad
Por no mencionar el daño que produce
el glifosato a las abejas. La mayoría de los apicultores consideran al glifosato
y los transgénicos como los causantes del colapso de sus colonias, y si las
abejas mueren, nosotros también. "Si las abejas desaparecieran de la
superficie del globo, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida: sin
abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres" (Albert
Einstein). Los
criminales de Monsanto (Rothschild) financiados por Rockefeller, George Soros o
Bill Gates, y otras compañías biotecnológicas, se están llenando los bolsillos
mientras matan al planeta. ¿Llegó el momento de ocupar Monsanto? Occupy
Monsanto.
Es hora de iniciar la batalla por
nuestra supervivencia.
La preservación de la pureza en los alimentos y las tierras agrícolas son
los pilares que determinan si una civilización sobrevive o desaparece en la
historia.
Las élites bancarias como la familia
Rothschild de Inglaterra, o los Rockefeller en EE.UU., y sus Corporaciones, lanzaron
una guerra contra la humanidad. Estamos siendo atacados y tenemos la
obligación de actuar en defensa propia protegiendo la biodiversidad de la cual
dependen la humanidad y todas las formas de vida de la Tierra. Tenemos
que detener a las élites globales e impedir del uso de patentes y privatización
de la vida, por parte de monopolios corporativos como Monsanto.
Tenemos que detener a la falsa ciencia
financiada por mercenarios y la información mentirosa, obstaculizando y
derogando las leyes aprobadas por políticos corruptos sobornados que benefician
a las corporaciones. Llego la hora de decir basta a estos personajes
que vendieron su alma y gozan de impunidad con beneficios de billones de
dólares, mientras que llevan a cabo un plan elaborado cuidadosamente para la
destrucción de la salud humana, la muerte y la despoblación.
Se han otorgado derechos legales engañosos
que fueron concebidos con una intención criminal, consagrado en las
leyes aprobadas a los modernos caballos de Troya que destruyen la vida.Tenemos
que hacerlos retroceder. Las leyes se hacen pero pueden revocarse y revertirse. Las
leyes tienen que servir a la humanidad - y no se puede permitir que estén
diseñadas para destruirla.
Los autores de este
programa genocida no son ignorantes de la verdadera ciencia, ni tampoco de las
implicaciones de su perversión. Ellos saben exactamente lo que están
desatando - y por qué - y conocen perfectamente las devastadoras
consecuencias. ¡Ese es su propósito!. Los bancos y las
corporaciones intentan cubrir sus actos criminales con datos falsificados que
encontramos a cada paso.La distribución y propaganda falsa sobre
transgenicos es el trabajo de un verdadero "imperio del mal".
La vida y el sustento que
están destruyendo es nuestro futuro, el de nuestros hijos, nuestros nietos y
todas las generaciones por nacer de cualquier especie sobre la Tierra.
Tenemos que usar todas las
herramientas a nuestra disposición. Nuestro tiempo, nuestros talentos, nuestra
inventiva y el ingenio, nuestra determinación y perseverancia.
Nos enfrentamos a una guerra de
agresión que utiliza los alimentos como arma de destrucción masiva. Y
esto es ahora nuestra BATALLA por la supervivencia. Tenemos que luchar y no
podemos DARNOS el lujo de perder. NO IMPORTA LO QUE CUESTE.
EQUIPO 9
Atando cabos
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Monsanto y los transgénicos en
México
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Los transgénicos no solucionan el hambre. Los transgénicos no producen
más ni otorgan a los pueblos soberanía alimentaria.
Greenpeace
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Miércoles 22 de Mayo de 2013
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Dentro de un inquietante panorama mundial y nacional, de una mala
distribución de los alimentos (sí, un problema de distribución, no de
escasez) que viene produciendo escenarios de hambruna, los gobiernos en turno
no atinan a considerar seriamente el problema, destinando cuantiosos recursos
a mantener la dependencia alimentaria y dar paliativos cortoplacistas a una
situación estructural de abandono al campo mexicano en un contexto histórico
(por ser una acción neoliberal concertada con los grandes monopolios) que ha
propiciado la pérdida de nuestra soberanía alimentaria. Nos encontramos con
el nulo control gubernamental de la siembra, comercialización y consumo de
organismos genéticamente modificados (OGM) o más comúnmente conocidos como
transgénicos.
La denuncia y la lucha han sido arduas, llevadas a cabo por organismos
ciudadanos de todo el mundo, y México va tomando una amplia conciencia
ciudadana sobre el problema, existe una alerta a través de un sinnúmero de
publicaciones sobre el caso complejo que envuelve esta biotecnología que, más
que una solución, se ha demostrado lo pernicioso de su ocupación.
Diversos estudios han difundido aspectos concretos sobre empresas
comercializadoras de semillas y paquetes tecnológicos: siembra,
transformación y venta de estos organismos perniciosos; también se cuenta con
gran información sobre daños al medio ambiente, en la biodiversidad y
variabilidad genética, en la biología y ecología de diversas plantas nativas,
entre otros problemas detectados.
En esa información se da cuenta de cuestiones verdaderamente escalofriantes
para el devenir nacional con la liberación al ambiente de estos organismos
modificados, afectando la biodiversidad y los ecosistemas, no menos alarmante
que aquella que señala una variedad de sustancias que usan en sus procesos
varios tipos de OGM y cuyo destino es el consumo humano y el ambiente.
Asimismo se tiene una lista preliminar de las marcas y productos transgénicos
que se consumen en el país.
En México, la autoridad sanitaria permite la comercialización para consumo
humano de 31 transgénicos de soya, canola, maíz, algodón, papa, jitomate y
alfalfa (datos de 2006). Estos ingredientes entran en nuestras dietas sin
control alguno y sin nuestro consentimiento expreso. Además de productos industrializados,
dentro de los cuales podemos encontrar la siguiente lista de empresas que
usan transgénicos en sus productos, estando confirmado con análisis de
laboratorio:
1) Maseca, 2) Minsa, 3) La Única, 4) Misión, 5) Milpa Real, y 6) Kellog’s.
Además, de acuerdo con Greenpeace, existe una larga lista de empresas que no
han garantizado que algunos de sus alimentos procesados no contengan OGM o
sus derivados, siendo entre otras:
1) Clemente Jaques, 2) Smucker’s, 3) Del Fuerte, 4) Del Monte, 5) Herdez, 6)
Karo, 7) Nestlé, 8) Capullo, 9) Great Value, 10) Helman’s, 11) Knorr, 12)
Mafer, 13) Pringles, 14) Sabritas, 15) Danone, 16) Ferrero Rocher, 17)
Gamesa, 18) Kinder, 19) Marinela, 20) Bimbo, 21) Jell-o, 22) Macma, 23) Oreo,
24) Nutella, 25) Pronto, 26) Royal, 27) Tres Estrellas, 28) Ades, 29) Del
Valle, 30) Florida 7, 31) Fresquibón, 32) Kool Aid, 33) Maizena, 34) Pepsi,
35) Sonrisa, 36) Tang, 37) Holanda, 38) Maizoro, 39) Crecilac, 40) Grupo
Modelo, 41) Cervecería Cuauhtémoc, 42) Aurrerá: marcas propias, 43) Comercial
Mexicana: marcas propias, 44) Superama: marcas propias, 45) Wall-Mart: marcas
propias.
La lista demuestra la alta vulnerabilidad en que nos encontramos los
consumidores, no debemos olvidar que el peligro de este tipo de alimentos
radica en la alta incertidumbre científica que existe en torno a ellos. Hasta
la fecha no existe información confiable al no haberse realizado las pruebas
y estudios necesarios para garantizar científicamente que su consumo no
tendrá efectos nocivos. La ausencia de datos no significa ausencia de
riesgos. El principio precautorio, legalmente establecido, no se ejerce
nuevamente.
La experiencia con otras tecnologías nos obliga a tener más cautela.
Recordemos los plaguicidas y agrotóxicos que hace 40 años se vendían como
solución mágica a diversos problemas rurales y se afirmaba que no entrañaban
riesgos ni causaban daños a la salud. Ahora podemos constatar su baja
productividad, además de los múltiples daños al medio ambiente y a la salud,
por lo que ahora muchas de estas sustancias están prohibidas y retiradas del
mercado.
Otra arista de esta batalla se localiza en conquistar que en nuestro, país la
autoridad sanitaria, encargada de protegernos contra estos riesgos, realice
las investigaciones propias sobre los transgénicos; para autorizar el consumo
seguro de estos organismos de forma directa y procesada. Asimismo obtener la
información necesaria de cada producto, donde se nos indique el origen de sus
ingredientes; los mexicanos tenemos derecho a saber si los alimentos que
adquirimos para nuestras familias contienen transgénicos, para que así cada
uno decidamos si los comemos o no.
Estos derechos no están garantizado por la Ley de Bioseguridad de Organismos
Genéticamente Modificados (mejor conocida como Ley Monsanto, con el
contubernio de la Sagarpa), que sólo obliga a informar sobre los transgénicos
que sean nutrimentalmente distintos de forma significativa. Esta
característica es vaga y discutible, por lo que la industria puede usar esta
imprecisión legal para evadir su obligación de informar al consumidor.
En resumen, podemos concluir afirmando que Monsanto y sus OGM han tenido una
gran contribución a la pérdida de soberanías alimentarias, además debemos
recordar que para acabar con el hambre, es necesario un sistema de comercio
justo, equitativo y sustentable, y políticas públicas que promuevan la
capacidad de cada país de producir y distribuir sus alimentos con justicia e
igualdad, fuera de todo atentado previsible en contra de la salud humana y
del medio ambiente.
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EQUPO 10
ALGUNOS PELIGROS
México es el centro de origen y diversidad de varias cultivos,
incluyendo maíz, chile, frijol, mandioca o yuca, calabaza, papaya, jitomate y
algodón. Por medio de la contaminación genética, tales cultivos pueden estar ya
contaminados y sus efectos son irreversibles. Por ejemplo, el maíz es un
cultivo de polinización abierta. Es decir, que el viento y los insectos
transportan libremente el polen hacia otras variedades. Los genes de las
plantas transgénicas cultivadas pueden transmitirse a sus parientes silvestres.
La contaminación genética vía la liberación de cultivos y plantas
transgénicas en los centros de origen o diversidad (sea por medio de semilla o
cosecha), no puede ser controlada y por tanto sus efectos no son recuperables y
pueden ser permanentes. Los cultivos locales pueden adquirir las características
transgénicas y efectivamente perdidos para siempre. La erosión genética al
introducir un cultivo homogéneo tiene un riesgo muy costoso para un país como
México.
Existe además una amenaza real para las "especies no objetivo"
como la mariposa monarca u otros insectos beneficiosos para el ecosistema que
son muy susceptible a los cultivos trasngénicos, especialmente al maíz
transgénico Bt. Según estudios realizados por la Universidad de Iowa y Cornell,
la toxina de los cultivos Bt mata especies en peligro de extinción, como la
mariposa monarca. Esta mariposa es una especie indicadora. Es decir, que cuando
está siendo dañada, el equilibrio ecológico regional está amenazado, como el
caso de los canarios en zonas mineras.
Otro factor, sumamente importante, es el riesgo de perder el mercado de
exportación de cultivos transgénico en la medida en que muchos países están
legislando para prohibir la entrada de OGMs. México pueda perder los mercados
denominados "libre de transgénicos".
Las 28 empresas transnacionales e instituciones que cultivan en México
productos transgénicos en realidad no son tales. Muchas de ellas son de las
mismas empresas representadas por medio de subsidiarias o filiales. Según el
reporte de Rural Advancement Foundation International (RAFI) del año 2000,
logramos deducir que de los 151 permisos otorgados por el gobierno mexicano, en
el país:
1) Monsanto (Estados Unidos) obtuvo
por lo menos el 38% de los permisos para cultivar transgénicos en el perído
analizado, por medio de la misma empresa y sus filiales como son Asgrow y
Calgene. Así, Monsanto tiene cultivos de transgénicos por lo menos de jitomate,
algodón, soya, maíz, tomate, papa, calabacita, canola y calabaza; y sus
inversiones han estado ubicadas en al menos los estados de Sinaloa, Coahuila,
Tamaulipas, Nayarit, Sonora, Baja California, San Luis Potosí, Veracuz, Nuevo
León, Chiapas, Baja California Sur, Chihuahua, Guanajuato y Jalisco. Monsanto
fue la segunda empresa transnacional que más ganancias obtuvo en 1999 por la
venta de semillas en el mundo (mil 700 millones de dólares).
2) Pulsar (México) obtuvo
el 17% de los permisos por medio de sus filiales Petoseed Mexicana, Seminis,
CIICA y DNA Tecnology. Pulsar de Alfonso Romo ha sembrado transgénicos al menos
de jitomate, tomate, chile, calabacita, melón; en los estados de Chiapas, Baja
California, Guanajuato, Sinaloa, Nuevo León, Baja California Sur, Sonora y
Jalisco, entre otros.
3) Dupont (Estados Unidos) obtuvo
al menos el 8% de los permisos por medio de su subsidiaria Pioneer y cultivó
transgénicos al menos de soya y maíz en los estados de Nayarit, Baja California
y Sinaloa. Esta transnacional ocupó el primer lugar a nivel mundial en la
comercialización de semillas en 1999, obteniendo una ganancia de mil 850
millones de dólares.
4) Aventis (Alemania) obtuvo
el 4% de los permisos para la siembra de algodón en los estados de Tamaulipas,
Baja California, Sinaloa y Sonora.
Estas cuatro empresas obtuvieron en total el 67% de los permisos
otorgados para el cultivo de transgénicos. Por otro lado, las instituciones
oficiales como el CINVESTAV y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y
Trigo (CIMMYT) de México, así como la UNAM, lograron en conjunto alrededor del
20% de los permisos destinados más a la experimentación que a la comercialización.
En octubre de 2000, la Dra. Evangelina Villegas, con el apoyo de la
CIMMYT y después de 35 años de investigaciones, obtuvo el Premio Mundial de la
Alimentación por el desarrollo de la nueva variedad de maíz transgénico,
conocida como maíz de calidad de proteína (QPM, por sus siglas en inglés). El
QPM tiene la apariencia y el sabor del maíz normal, pero con una diferencia
fundamental: contiene dos veces más lisina y triptófano, aminoácidos esenciales
para la salud y la nutricion humanas. El valor nutritivo del QPM es parecido al
de la proteína de la leche descremada. El CIMMYT es uno de los 16 centros de
investigación que cuenta con el apoyo del Grupo Consultivo sobre
Investigaciones Agrícolas Internacionales (CGIAR). El CGIAR es la mayor red
mundial de investigaciones agrícolas y cuenta con más de 10 mil científicos y
personal de apoyo científico en más de 100 países. Entre los miembros de la
CGIAR se cuentan países industrializados y en desarrollo, fundaciones privadas
y organizaciones regionales e internacionales. El Banco Mundial (BM), el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización de
las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) son
copatrocinadoras del CGIAR.
En el periodo analizado también se otorgaron permisos para las grandes
transnacionales como LIMAGRAIN (Francia) por medio de su subsidiaria Harrison
Moran para el cultivo del melón en Sonora y Sinaloa. Esta empresa ocupó en 1999
el cuarto lugar mundial en mayores ganancias por la venta de semillas. También
está la empresa Down que con su subsidiaria Mycogen sembró maíz transgénico en
Sonora y ocupó el noveno lugar mundial en la venta de semillas. Astra-Zeneca
(UK y Suiza) cultivó tomate en Sinaloa y es la transnacional que ocupó el sexto
lugar en mayores ventas de semillas en 1999.